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EL NUEVO KALAM Y LA JUSTICIA: Una Comparación con el Pensamiento Occidental

Dr. A.N. Baqirshahi

Traducción: Sumaia Younes

EL CONCEPTO DE JUSTICIA EN LA FILOSOFIA OCCIDENTAL:

La Justicia abarca el conjunto de las virtudes y significa una completa conformidad con las pautas aprobadas de conducta moral. Con intención de seguir el análisis racional de los filósofos clásicos, los epígonos de Aristóteles prefirieron limitar la referencia del término a una virtud en particular, distinguiendo por ejemplo, entre justicia y equidad o entre justicia y caridad. En la República la justicia regula y equilibra las demás virtudes. Sus funciones son lograr la armonía y mantener el equilibrio. La justicia resulta cuando cada elemento en la sociedad hace la tarea apropiada.

Alejándonos de la dialéctica de Platón, que serviría para exaltar la justicia y atenuar la ley formal, Aristóteles trató a la justicia como inmanente al funcionamiento de la ley y, de esa manera, le asignó un papel notablemente más efectivo. Ya que la justicia "inmanente" necesariamente evoca las difíciles contraposiciones y tensiones, es debido a su perdurable reputación que él, a diferencia de la mayoría de sus sucesores, ingenuamente legó lo irresoluble. Kant y su discípulo han dilucidado el concepto de justicia sólo tangencialmente después de dar una escueta definición formalista de "justo" e "injusto" en la Metafísica de la Moral. Hume se ocupó principalmente de la coherencia y consistencia de la moral y se contentó con asignarle un servicio manifestando que "la utilidad pública es el único origen de la justicia" .

A pesar de Saint Simón y de muchos otros teóricos socialistas e incluso de muchas de sus propias doctrinas, Marx y Engels no dejaron un lugar para la "justicia" en sus análisis de relaciones económicas. Como Bentham, ellos ridiculizaron el término, considerándolo como una mera "máscara" para la explotación y la hipocresía capitalista .

Los Socialistas atribuyen la injusticia en la sociedad al individualismo desenfrenado, el cual es el responsable de la existencia de la injusticia social y de la degradación de las masas. Por lo tanto ellos concluyeron que el fracaso del individualismo exige adoptar el único sistema alternativo: el socialismo. Incluso el autor de Socialismo sostiene el punto de vista de que "el Socialismo ha venido al mundo debido a la injusticia". Por el contrario, el Socialismo, además, al negar la existencia del individuo, no logró establecer iguales oportunidades ni justicia, ni el mantenimiento de iguales derechos y libertad. Por consiguiente, el socialismo dio nacimiento a una nueva clase en los países socialistas. En su libro La Sociedad Libre y sus Enemigos (II), Karl Popper también predijo la emergencia de una nueva clase en los países socialistas.

El autor de Democracia Versus Socialismo elaboró las diferencias éticas esenciales entre estos dos sistemas sociales, de la siguiente manera:

 

El Socialismo, negando la existencia de los derechos individuales naturales, intenta reconstruir la sociedad en una dirección opuesta a su evolución pasada; volver al individuo absolutamente subordinado al estado; privarlo del mismo derecho que tienen todos de ejercitar sus facultades industriales como él quiera y forzándolo a ejercitarlas de tal manera, en tal hora, en tal lugar, como se le ordena; anular su derecho a beneficiarse de sus propias actividades productivas; y asignarle una remuneración no acorde al servicio prestado por él. El individualismo, afirmando la existencia de derechos individuales iguales y naturales, procura la nueva evolución de la sociedad en la dirección de su evolución pasada hasta que la sociedad llegue a estar completamente al servicio del bienestar de los individuos que la componen; buscando alcanzar tal bienestar general a través de la supresión de las otras infracciones a la natural igualdad de derechos de todos los individuos. La libertad de cada uno para ejercitar todas sus facultades como desee, permitió que no se transgreda la misma libertad en ningún otro; el derecho de cada uno a las más plenas oportunidades para ejercer sus facultades, limitadas solamente por los mismos derechos de todos los demás; y el ilimitado derecho de cada uno a beneficiarse de sus propios actos productivos, siendo proporcionada su retribución por el servicio prestado.

 

Pero las propiedades y los monopolios privados en el Capitalismo privan a la mayoría de la gente de los beneficios que resultan de sus actos y reducen su retribución por debajo del valor del servicio que ellos prestan. El Individualismo también fracasó en procurar la libertad y la justicia para la mayoría de las personas.

Mutahhari, como el fundador del "nuevo Kalam"( , en sus dos libros, denominados 'Adl-e Ilahi (Justicia Divina) y Barrasi-ie ijmali-ie mabani-ii iqtisad-e Islami (Un Breve Estudio sobre los Fundamentos de la Economía Islámica), ha esparcido luz sobre el tema de la justicia y la justicia social. En el primer capítulo de La Justicia Divina, discute en detalle la noción de justicia desde el punto de vista de las dos escuelas de pensamiento en Kalam, es decir, Ash'arismo y Mu'tazilismo. En su libro Barrasi-ie ijmali-ie mabani-ii iqtisad-e Isalmi (Un Breve Estudio sobre las Fundamentos de la Economía Islámica), procuró explicar el concepto de justicia social desde el punto de vista islámico. De acuerdo a Mutahhari, la negación o la aprobación de los principios de justicia representan un papel importante en el desarrollo de la filosofía social en el mundo islámico. Con respecto a la importancia de la cuestión de la justicia social, Mutahhari dice:

 

En primer lugar, yo comenzaría tratando el tema de la justicia a fin de explicar el efecto de la justicia sobre el principio de justicia social; en segundo lugar, el rechazo del principio de justicia, y su efecto más o menos negativo en nuestro pensamiento, fue la causa principal de la declinación de la justicia social en el Islam, la cual pudo haber sido desarrollada sobre las bases de las áreas científicas y racionales y pudo haber llegado a ser un principio orientador en la jurisprudencia. Consecuentemente, surgió una clase de jurisprudencia, la cual es ahora inconsistente con el resto de los principios del Islam y no tiene bases firmes para la filosofía social. Si hubiera perdurado la libertad de pensamiento (en el mundo islámico), si los Tradicionalistas (Ashab as-Sunnah o sunnitas Ash'aritas) no hubieran adquirido predominio sobre los defensores de la justicia (Ahlul 'Adl o sunnitas Mu'tazilitas), y si la Shi'ah además, no hubiera tenido Ajbariiun (grupo que no profundiza en materias intelectuales y filosóficas y sólo se basa en narraciones), entonces habríamos podido tener una sistematizada filosofía social, nuestra jurisprudencia también habría podido estar fundada en ella, y no habríamos estado sumergidos en contradicciones ni callejones sin salidas.

 

PUNTOS DE VISTA SOBRE LA JUSTICIA DE LOS ASH'ARITAS Y MU'TAZILITAS EN LAS OBRAS DE MUTAHHARI:

En su libro Ashna'i ba 'Ulum-e Islami (Una Introducción a las Ciencias Islámicas), Mutahhari sostiene que es realmente evidente que ninguna de las escuelas islámicas negó que la justicia fuera uno de los Atributos Divinos. Ninguna ha afirmado alguna vez que Dios es injusto. La diferencia entre los Mu'tazilitas y sus oponentes es sobre la interpretación de la justicia. Los Ash'aritas la interpretan de tal manera, que viene a ser, desde el punto de vista de los Mu'tazilitas, casi una negación del Atributo de Justicia. Sin embargo, los mismos Ash'aritas no están del todo dispuestos a ser considerados los oponentes de la justicia. Los Mu'tazilitas creen que algunos actos son esencialmente "justos" y algunos intrínsecamente "injustos". Por ejemplo, recompensar a los obedientes y castigar a los pecadores, es justicia; y Dios debe recompensar al obediente y castigar al pecador, y es imposible para El actuar de otra manera. Recompensar a los pecadores y castigar a los obedientes es esencial e intrínsecamente injusto, y es imposible para Dios hacer tal cosa. Similarmente, compeler a Sus criaturas a cometer pecado, o crearlas sin el poder de hacer el bien, creando al mismo tiempo los actos pecaminosos de los pecadores y luego castigarles a causa de sus pecados, los cuales están más allá de su poder, no es sino injusticia, algo repugnante para ser hecho por Dios; es injustificable y atroz.

Pero los Ash'aritas creen que ningún acto es intrínseca o esencialmente injusto. La justicia es propiamente todo lo que Dios hace. Según cabe suponer, si Dios fuera a castigar a los obedientes y recompensar a los pecadores, ello sería igualmente justo. Similarmente, si Dios creara a Sus criaturas sin ninguna voluntad, poder o libertad de acción, y luego El les hiciera cometer pecados y les castigara por ello, no sería esencialmente injusticia. Si suponemos que Dios actúa de esta manera, es justicia. En consecuencia, de acuerdo con los Ash'aritas, la justicia es determinada por la Voluntad y Actos Divinos solamente. En su libro "La Filosofía del Kalam", H.A. Wolfson también sostiene que su afirmación (la de los Mu'tazilitas) de libre voluntad fue sostenida por ellos basándose en su concepción particular de Justicia Divina, y que su rechazo de la existencia separada de los Atributos Divinos fue sostenido por ellos sobre la base de su concepción particular de Unidad Divina. Los Mu'tazilitas llegaron a ser llamados "Los Partidarios de la Justicia y de la Unidad" (Ashabul 'Adl wat Tawhid).

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